De lo único que puedo estar absolutamente segura es de lo difícil que es admitir nuestro propios errores, he visto personas eclipsar su vida por un error gramatical, a otros reprobar una materia por errar en un signo, perder un empleo por haberse dedicado más a coquetear que a programar.. pero me he visto a mi misma perder mi futuro mi calma y mi paz por haberme equivocado en una silaba, no.
Es difícil para todos admitir un error porque significa que hemos perdido una pequeña batalla o tal vez la guerra, que alguien es mejor que nosotros o que no tenemos un buen juicio.
Lo cierto es que al final de todo y si lo miras con optimismo no hay errores, hay lecciones. Pero para mi y para ser honesta el hecho de cambiarle el nombre y tratar de ver las cosas con optimismo no me hacen sentir menos triste, no me regresan esa vida que deje escapar, ni me devuelven el amor o la confianza o la felicidad o el mundo o como quiera que se llame a eso que perdí; vaya que me he esforzado en tratar de ser optimista en intentar ser adulta y admitir que fue un error, que de eso se aprende y que no pasa nada.. ¡Pero caray! ¡Si pasa, y pasa mucho! Lo has perdido todo por decir NO cuando debías decir SI y fuera de eso no hay más. Porque creías que estaba en lo correcto y que no había mejor decisión que esa, ironías de la vida que al final te das cuenta que no, que te equivocaste y que no hay ni habrá forma de recuperarte de ello, que podrás moverte pero irás cojeando todos los días de tu vida, que aprenderás a desplazarte pero jamás vas a poder volver a caminar, que andarás por ahí y encontraras un refugio pero sabes que no es tu casa porque tu casa, tu hogar es otra cosa, tu hogar es amplio, cómodo, cálido y acogedor a diferencia del refugio es apenas un portal que aunque te protege de la tormenta no te da la seguridad de tu hogar, al que sabes que no vas a llegar..
Cometer errores es lo más normal en la vida y es la manera de recorrer las diferentes sendas que este nos ofrece, pero es también la forma más dolorosa de aprender, porque quizá cuando aprendas la lección el curso ya habrá terminado.
Porque tal vez cuando quieras regresar el ya te habrá olvidado.
No habrá nada más bello que una vida a tu lado y aunque nunca la viví no la he olvidado.